lunes, 28 de diciembre de 2015

Peliculas porno

Si, ya estoy aquí, ya estoy en casa...aunque como viene siendo habitual en estas fechas, me costó bastante...y perdí un día en el viaje. Debería haber salido el viernes al mediodía, pero por problemas con la compañía aérea en Barajas...tuvimos ¡¡¡ 6 horas de retraso !!! Eso significa que salimos ya por la noche, que me obligó a hacer noche en otra isla antes de llegar a la mia (no había barcos a esas horas...), pero bueno, ya estoy en casa !

Al principio, como siempre, cuesta de nuevo habituarse a los Peliculas porno que marca cada lugar. Nada más llegar, dejar la maleta, salir a ver gente, quedar aquí y allá, ir a ver el mar, pasear por el pueblo, hablar,pararse, saludar,correr, miraratodoslados verquetodotesuena pero todo es diferente saber que estan alli igual que siempre pero que la vida no se para y sigue y que la gente te reconoce y te pregunta y te para por la calle preguntar por todos saber que estan bien y seguir corriendo mirando sonriendo hablando saludando andando hacia todos lados sin ir a ningun sitio pero verlo todo sonriendo asistiendo viviendo recordando hasta oir unos gritos porque tu amigo te esta gritando desde la terraza del bar y te dice que :

¡Para!
Y te despiertas. Aunque no estaba enlace.

Me mira y me dice que no corra, que no es necesario. Y, de repente, te paras y miras a tu alrededor y ves como todo pasa como a cámara lenta, ves un pajaro volando, bajo, cerca de ti y te da tiempo hasta ver como él también te mira, por un instante, para alzar luego el vuelo. Y oir un llanto de un niño, desde su carrito, y ver a su madre como lo pasea, lentamente. Al lado, una pareja habla, se miran y deduces que se acarician la mano, despacio, por debajo de la mesa. Todo el mundo va acompasado, siguiendo el mismo ritmo y, de repente, tu también empiezas a moverte y te giras, también despacio, hacia tu amigo y le sonries, y ahora el mundo te acoge de nuevo y te adaptas a su ritmo.

El pajarito se va, volando. La señora que paseaba el niño ya pasó y la pareja se están besando...pero ahora tu también formas parte del nuevo pasiaje de tu isla. Pero el cambio de ritmo siempre es así, aunque no nos demos cuenta. Llegamos de la gran ciudad corriendo, andando con prisas de un sitio a otro, empujándonos, gritándonos. Aquí está todo más tranquilo, por eso me gritaba mi amigo, para que me relajara.

Ver porno casero


Volviendo a esta mañana, mi calle me acompaña hasta el final cuando me voy a trabajar, porque la recorro , casi entera, todos los días. En mi calle no hay metro, pero si a 15 minutos de ella. En mi calle hay varias lineas de Bus. Pero lo más normal es, como decía, recorrerla andando, por las mañanas. Yo, como casi siempre, hoy me crucé con todas las madres que acuden a la compra y/o a trabajar. Con niños rezagados que juegan y corren, maleta a cuestas, para ir al colegio del barrio y con algún que otro señor de traje que, maletín en mano, busca su coche para acudir a la oficina.
Dejo mi calle, siguiendo mi andar, para acudir al Ver porno casero.

Y vuelvo a ella cuando termino. Y allí está siempre.

http://www.lecheras.mx
La vida en mi calle es diferente por la tarde. Y no es que sea más tranquila, pero si se fueron los agobios y prisas de por la mañana, así que ahora acudimos a ella, de nuevo, pero para pasear, para ir al gimnasio, para bajar a la frutería de 'la Tere' o, simplemente, para volver a casa.

Mi calle desaparece para mi pronto, por la noche, cuando subo a casa. Me queda su sonido, alguna sirena vecina y algún pitido de los coches. Algunas veces, normalmente en fin de semana, la visito también de noche, para acudir a algún bar de la zona. Por la noche la gente es diferente también, sonrie más, más tranquila, más animada incluso. A veces, tarde ya, te cruzas a algún señor de traje cabizbajo que te mira cuando pasas a su lado, para bajar la cabeza de nuevo cuando te vas. Gente que saldrá de trabajar tarde, muy tarde, que se arrastra por la acera en busca del descanso. Gente que mi calle encamina y distribuye hacia sus casas y que mañana, posiblemente, amanezca pronto para ellos. Esta gente no ve mi calle, solo mira la acera. Pero mi calle les ve, nos ve, a todos. O a ninguno.
Yo, por si caso, hoy paseare con la cabeza bien alta, mirando para todos los lados, por si acaso se da cuenta, por si me mira también.

Y mañana, cuando amanezca, cuando el camión de fruta se vaya, cuando los niños bajen de nuevo con sus mochilas, yo volveré a visitarla también.