Volviendo a esta mañana, mi calle me acompaña hasta el final cuando me voy a trabajar, porque la recorro , casi entera, todos los días. En mi calle no hay metro, pero si a 15 minutos de ella. En mi calle hay varias lineas de Bus. Pero lo más normal es, como decía, recorrerla andando, por las mañanas. Yo, como casi siempre, hoy me crucé con todas las madres que acuden a la compra y/o a trabajar. Con niños rezagados que juegan y corren, maleta a cuestas, para ir al colegio del barrio y con algún que otro señor de traje que, maletín en mano, busca su coche para acudir a la oficina.
Dejo mi calle, siguiendo mi andar, para acudir al Ver porno casero.
Y vuelvo a ella cuando termino. Y allí está siempre.
http://www.lecheras.mx |
Mi calle desaparece para mi pronto, por la noche, cuando subo a casa. Me queda su sonido, alguna sirena vecina y algún pitido de los coches. Algunas veces, normalmente en fin de semana, la visito también de noche, para acudir a algún bar de la zona. Por la noche la gente es diferente también, sonrie más, más tranquila, más animada incluso. A veces, tarde ya, te cruzas a algún señor de traje cabizbajo que te mira cuando pasas a su lado, para bajar la cabeza de nuevo cuando te vas. Gente que saldrá de trabajar tarde, muy tarde, que se arrastra por la acera en busca del descanso. Gente que mi calle encamina y distribuye hacia sus casas y que mañana, posiblemente, amanezca pronto para ellos. Esta gente no ve mi calle, solo mira la acera. Pero mi calle les ve, nos ve, a todos. O a ninguno.
Yo, por si caso, hoy paseare con la cabeza bien alta, mirando para todos los lados, por si acaso se da cuenta, por si me mira también.
Y mañana, cuando amanezca, cuando el camión de fruta se vaya, cuando los niños bajen de nuevo con sus mochilas, yo volveré a visitarla también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario